Cuando la juventud se convierte en legado, Ismael Méndez.

Nuestra iglesia desde su fundación ha contado con la gracia de recibir en nuestras filas a pastores comprometidos con la vocación por la cual han sido llamados, hemos recibido de todo tipo y en su momento como iglesia hemos también agradecido a cada uno de ellos por su servicio durante su estadía.

En los últimos años, por razones ajenas a la nuestra voluntad y a la voluntad de nuestra asociación, habíamos vivido una rotación rápida de los pastores algo que en algunas ocasiones es inevitable, puesto que hay pastores que enferman, otros que deben ser jubilados, otros son llamados a otros lugares, etc.

En ese año, nuestra iglesia había tomado la decisión de formal un nuevo grupo, que de manera unánime denominamos Puerta de Sion. El nuevo grupo fue todo éxito, independientemente de los problemas que enfrentó el nuevo grupo para su consolidación, hoy Puerta de Sion es una realidad, una iglesia, próspera y fructífera para gloria de Dios, sin embargo, la iglesia madre, Cañada Honda, quedó sin una parte importante de sus dirigentes y la ausencia de esos miembros la sentimos, aunque confiados de Dios haría su obra.

En ese contexto, llega el Pastor Ismael Méndez, a todas luces un joven, que, aunque ya con experiencia en distritos estaba dando todavía los primeros pasos en su carrera ministerial. Con un espíritu colaborativo, y con todas las ganas de hacer su trabajo de la mejor manera, comenzó a liderar un distrito en cierta medida complejo, 7 iglesias con necesidades varias y un solo pastor que tuvo que partirse en mil pedazos para poder atenderlas a todas, fue evidente en él, una actitud de liderazgo responsable y comprometido, siempre tuvo un plan de visitación activa hacia los hermanos a pesar que de que con 7 iglesias es casi imposible poder visitarlos a todos.

En nuestra iglesia, supo ganarse el cariño de los hermanos y el respeto de los dirigentes, fue lo más justo posible en los momentos donde tuvo que intervenir, siempre colaboró, siempre del lado de que todo marche en orden.

En la pandemia que comenzó para nosotros en marzo del 2020, los planes cambiaron, no solo para él, sino para toda la humanidad, mientras vivíamos los efectos de una pandemia, hermanos fueron suspendidos de su trabajo, muchos que sobrevivían del sector informal tuvieron que quedarse en casa y generó una situación sanitaria en nuestra iglesia, Ismael Méndez, formó un fondo de colaboración distrital, consiguió donaciones de raciones alimenticias, dinero, material sanitario, para su distrito y nuestra iglesia, nunca escatimó esfuerzos para colaborar de manera solidaria con los más necesitados de la iglesia, incluso, me consta, de los recursos de su propia familia fueron destinados para ayudar.

Con nuestro ministerio, colaboró de manera desinteresada, gestionó recursos, equipos, invitados, para seguir materializando nuestros ideales, nos orientó, nos aconsejó y nos apoyó en todo momento, demostró que tiene capacidad para creer en la juventud al mismo tiempo la empatía para con los no tan jóvenes.

Finalmente, es imposible poner en estas breves líneas su legado para nuestra iglesia y ministerio, pero estamos seguros que su esfuerzo no será en vano, puesto que el premio mayor no podemos nosotros pagarlo, Dios si, y así lo hará. Pastor Ismael Méndez, donde quiera que vaya le acompañaremos en nuestras oraciones, lo seguiremos con orgullo santo cuando siga enviando los mensajes de sus otros éxitos a través de su trabajo tesonero, y testimonio.

Ayer usted llegó a la Iglesia Adventista del Séptimo Día Cañada Honda y hoy deja, a la Iglesia Adventista del Séptimo Día Central Cañada Honda, tenga simpre presente, que a pesar del cambio de nombre, seguimos siendo los mismos a los cuales usted conoció, con la diferencia de que ahora, su legado joven, tiene su nombre. Dios te bendiga grandemente.

Fuerte Abrazo,